La mayor preocupación de nuestro cliente era saber cómo podíamos reformar el espacio para cambiar la oficina en un hogar que cumpliese con sus necesidades.
Desde el principio nos transmitió cuáles eran sus expectativas y qué buscaba encontrar en esta vivienda. Quería un hogar cómodo, flexible y acogedor. Una vivienda donde poder disfrutar durante la tarde-noche de un salón-comedor diáfano, unido a la cocina y a la terraza. Y un dormitorio ámplio y funcional, donde poder encontrar la intimidad y el confort para poder descansar durante el día, después de una noche intensa de trabajo.
Teniendo en consideración estas condiciones tan particulares de su estilo de vida, la funcionalidad de la vivienda claramente se ve condicionada por su horario laboral. De manera que para conseguir aminorar la luminosidad del dormitorio y dotarlo de más intimidad, hemos elegido vestir el cuarto de un color gris oscuro para generar así un ambiente más sombrio que facilite su descanso.
De igual modo, este color caracteriza el armario vestidor, el cabecero diseñado a medida, las cortinas y el mueble estantería. Tonalidades que permitirán así la unión entre muebles y paredes.
En cuanto a la zona común del salón-comedor con la cocina, hemos decidido mantener un color claro para las paredes y hemos escogido piezas de mobiliario y decoración de tonos tierra, piedra y crudos, para aportarle luz y amplitud.
Finalmente, tal y como se puede contemplar, el hilo conductor que enlaza toda la vivienda es el de un estilo contemporáneo-moderno, de tonos grises, verdes y crudos.
Colores atemporales nada pretenciosos, que aportan personalidad y que acompañan en el tiempo al estilo de vida del cliente.
CONOCE MÁS PROYECTOS